Ante las miradas estupefactas de unos cuantos gradentinos en dramático claroscuro, el museo de la ciudad arde en pompa con todo su contenido y un centenar de obras maestras de la pintura del siglo XX expoliadas por los nazis. Con este presupuesto arranca esta novela elegante, frenética, por momentos delirante, impresionante en cualquier caso, que cierra la trilogía de Gradiente (No bebáis agua del pozo, El último: no matarás obispos y El clan de Klimt).
Su autor, Miguel Ángel Ropero, funcionario de policía, pintor extraordinario, ateneísta, político que ha venido deambulando por la cultura de la Comunidad a lo largo del último medio siglo y, también, escritor, falleció el pasado 7 de agosto. Por ello este acto, además de la presentación de un libro, constituye, a la vez, un homenaje merecido y sincero a Miguel Ángel Ropero.