En el recorrido por las maravillas de la orilla oeste del Nilo, al otro lado de la monumental e histórica “Luxor”, nuestro guía tuvo a bien realizar una visita a este poblado. Desconocíamos antes de la visita lo mágico del lugar y cuando volvimos a nuestro barco seguíamos en una total ignorancia de la importancia de lo que habíamos visto.
Más tarde y ya en España, al estudiar la documentación que de este sitio único se encuentra editada, comprendí al conocer su importancia, lo injusto de nuestra apreciación, un lugar mágico, sí, pero no por su propia existencia, sino por lo que entrañaba su contenido y maravillosa conservación.
Obreros, sacerdotes, en una misma persona, su trabajo lo tenemos en el Valle de los Reyes. En Deir el-Medina están sus casas, sus tumbas, la manifestación de su espíritu y el relato de sus vidas. Conocemos la vida del pueblo egipcio, mediante el testimonio de esta colectividad.
Sacerdotes piadosos, ocultaron de los saqueadores los restos de sus faraones y por su mérito, pudimos encontrarlos y preservarlos.