El sonido de tu comba espera ventilar el mundo, nace de la imperiosa necesidad de vomitar los lugares por los que he pasado, sin filtro, utilizando el humor, un lenguaje directo y algunas veces obsceno. No escribo, regurgito mis emociones en el papel para alimentar mis monstruos.
David tiene 47 años lleva escribiendo poesía desde los 14, amante de los libros, las biografías y la literatura dedica su vida a enseñar teatro físico y comedia en su escuela propia, siempre con un lenguaje propio en sus obras ya sean plásticas, escénicas o literarias. Un universo único al que te invita a entrar y en el que te empuja a reflexionar.